Por suerte, en 1999, vinieron a Córdoba y estuvieron en la Sala de Las Américas de la Ciudad Universitaria. Ahi fue panzota y bailoteó todo el show con el bebé a cuestas y un enterizo gris que me parecía divino (terminó siendo trapo para lustrar muebles) y usaba con remeras de colores.
De ahí que esa canción fue la que me acompañó muchos meses. Hoy, mis hijos me dicen que cuando eran chicos yo les hacía ver videos musicales de mujeres semidesnudas dando la teta o en lugares de Latinoamérica (si, veíamos mucho Calle 13 también).
El tema es de Flavio Cianciarullo (bajista de LFC) y está dedicado a Astor, su primer hijo.
Hoy, me encuentro con una nueva versión de el Sr. Flavio. Es un reggae hermoso que muestra a toda la familia empapada de otras pasiones las tablas de skate y de surf.
Amé y me emocioné con esta mirada también.